¡El corazón de María cuida no solo a las personas, sino también a las naciones!

¡El corazón de María cuida no solo a las personas, sino también a las naciones!

Si la Iglesia ha acogido el mensaje de Fátima, es sobre todo porque encierra una verdad y una llamada que, en su contenido fundamental, son la verdad y la llamada del Evangelio mismo: “Arrepiéntanse y crean en el Evangelio” (Mc 1, 15). (…) El mensaje de Fátima, en su significado esencial, es la llamada a la conversión y a la penitencia, como sucede en el Evangelio (…).

Los acontecimientos ocurridos en el continente europeo, particularmente en Europa Central y Oriental, muestran la actualidad de este llamado del Evangelio (…).

El corazón de la Madre de Dios es el de una Madre que cuida no solo a los individuos, sino también a naciones y pueblos enteros. Este corazón está totalmente entregado a la misión salvadora de su Hijo: Cristo, Redentor del mundo, Redentor del hombre (…)

En su mensaje y bendición, Fátima significa conversión a Dios.

Papa Juan Pablo II, homilías de mayo de 1982 y mayo de 1991 (extractos)