Festividad de Nuestra Señora del Carmen Patrona de Nuestra Parroquia. Actos de Celebración.

  • FESTIVIDAD DE LA VIRGEN DEL CARMEN, 16 de julio. Se celebrará una Ofrenda Floral durante todo el día (entre las 11:00 y las 20:30) en el pórtico de la Iglesia, donde estará expuesta la Virgen. Allí la Cofradía dispondrá de ramos de claveles para su venta, los beneficios que se saquen se destinarán a fines sociales.
    Para concluir la Ofrenda, a las 20:30, tendrá lugar una Oración y el canto de la Salve en el exterior de la Iglesia.

Para todos estos actos es obligatorio el uso de mascarilla.

Animamos a todos los cofrades y familias a participar en estos actos en honor a Nuestra Señora del Carmen que nos permitirán celebrar su Festividad de una manera un poco distinta. «soydelCarmen»

Nuestra Señora del Carmen

Nuestra Señora del Carmen

La fiesta empezó como fiesta de familia de la orden de los carmelitas, primeramente en Inglaterra, pero muy pronto se extendió por otras partes, por medio del escapulario que vino a hacerse tan popular. España, Italia, Portugal, Francia y Saboya fueron las primeras que solicitaron la celebración de esta fiesta del Carmen o del escapulario.

Origen Mariano de la Orden del Carmen

La Orden del Carmen no tiene un hombre o mujer a quien pueda acudir como fundador o fundadora. Su origen es sencillo, modesto, sin relieve.

Un grupo de cruzados, penitentes y peregrinos dieron vida a la futura Orden del Carmen en la última década del siglo XII en las laderas del monte Carmelo, en Palestina, De ahí les viene el nombre con el que son conocidos: carmelitas, aunque oficialmente se llaman Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo.

El primer documento histórico que poseemos es la Regla. San Alberto, San Avogadro o de Vercelli, patriarca de Jerusalén (1214), de acuerdo con su propósito, les entregó una breve Norma de vida. La Regla albertina recibida por el 1209 será siempre punto de referencia y el libro fundamental de la historia y espiritualidad de la Orden del Carmen. Bien podemos afirmar que con ella incipit Camelos, comienza el Carmelo.

Es cierto que en la Norma de vida que les da San Alberto no se menciona explícitamente a la Virgen, pero pronto los principales representantes de la orden descubrirán su presencia en el espíritu de la regla como modelo de muchas prescripciones, como Virgen Purísima y como prototipo que les ayuda a la unión con Dios para experimentar su intimidad.

Es curioso que otras reglas adoptadas por órdenes tan profundamente marianas como los cistercienses, mercedarios, servitas, benedictinos, etc., tampoco mencionan a la Virgen María.

Al no tener la orden un fundador al modo de las otras órdenes, su ideal de perfección no estuvo bien delimitado desde el principio, sino que se fue afianzando y perfilando lentamente merced a las aportaciones de una experiencia religiosa comunitaria. Ese ideal se fue centrando en la experiencia de una intensa vida interior, unida a una relativa irradiación apostólica, a ejemplo del profeta Elías y de la Virgen María.

La finalidad que une a aquella naciente comunidad no es otra que la de vivir en obsequio de Jesucristo, al que implícitamente eligen como patrón y Dominus loci, pero su elección explícita es para la madre del hijo, la Virgen María. En ella se fijan, en su inefable bondad y en sus cuidados de madre más que en su dignidad y en sus poderes de reina. Ella será desde ahora su patrona especial y la señora del lugar.

Este hecho, sencillo en apariencia, desarrolló el sentido de pertenencia a la que era La señora del lugar». En la mentalidad feudal la elección del titular de la Iglesia comportaba una orientación espiritual de toda la vida de quienes estaban al servicio de aquella Iglesia. A esta orientación general del medievo en los carmelitas se añadía la peculiaridad de que la profesión religiosa la hacían a Dios y a la misma Virgen, a quien así estaban de un modo especial consagrados. Desde entonces a la Virgen se le llamará patrona, madre, fundadora… de la orden. […]

El amor ascendente de la Orden del Carmen hacia María ha sido especialmente en estas vertientes: Patrona, Madre, Hermana, Reina, Virgen Purísima y Madre del Escapulario, aceptando todas las advocaciones a María dentro de una rica liturgia propia, el Rito ferosolimitano, que ha vivido la Orden del Carmen hasta la última reforma litúrgica del Concilio Vaticano II.

El Escapulario del Carmen

El escapulario del Carmen es el signo externo de devoción mariana, que consiste en la consagración a la Santísima Virgen María por la inscripción en la orden carmelita, en la esperanza de su protección maternal. El distintivo externo de esta inscripción o consagración es el pequeño escapulario marrón, por todos tan conocido.

El escapulario del Carmen es un sacramental, es decir, según el Vaticano II, «un signo sagrado según el modelo de los sacramentos, por medio del cual se significan efectos, sobre todo espirituales, que se obtienen por la intercesión de la Iglesia» (SC, 60).

A finales del siglo XII y principios del XIII nacía en el monte Carmelo, de Palestina, la orden de los carmelitas. Pronto se vieron obligados a emigrar a Occidente. Aquí, en Europa, tampoco fueron muy bien recibidos por todos. Por ello el superior general de la orden, San Simón Stock, suplicaba con insistencia la ayuda de la Santísima Virgen con esta oración que él mismo había compuesto:

«Flor del Carmelo, viña florida, esplendor del cielo, Virgen fecunda y singular. ¡Oh madre tierna.!, intacta de hombre, a los carmelitas proteja tu nombre (da privilegios), Estrella del mar».

En 1251 se realizó el prodigio. Un santoral del siglo XIV así lo cuenta: «Se le apareció la Bienaventurada Virgen María, acompañada de una multitud de ángeles, llevando en sus benditas manos el escapulario de la orden y diciendo estas palabras: Éste será el privilegio para ti y todos los carmelitas: quien muriere con él no padecerá el fuego del infierno, es decir el que con él muriese se salvará»

Esta gran promesa de morir en gracia de Dios quien, llevando el escapulario, piadosamente muera con él, la recordaba Pío XII el 11 de febrero de 1950:

«Y, en verdad —decís—, no se trata de un asunto de poca importancia, sino de la consecución de la vida eterna en virtud de la promesa hecha, según la tradición, por la Santísima Virgen… Es ciertamente el santo escapulario como una librea mariana, prenda ,y señal de protección de la Madre de Dios. Mas no piensen los que visten esta librea que podrán conseguir la salvación eterna abandonándose a la pereza y a la desidia espiritual…»

Por todas partes se difundió esta devoción y uso del santo escapulario del Carmen hasta que fue el vestido de reyes y nobles. pobres y ricos, clérigos y seglares, de todos los tiempos y lugares. Por ello, el cardenal Gomá la llamó «devoción católica como la misma Iglesia».

El llamado privilegio sabatino así lo recordaba Pío XII en 1950: «Ciertamente, la piadosa Madre no dejará de hacer que los hijos que expían en el purgatorio sus culpas, alcancen lo antes posible la patria celestial por su intercesión, según el llamado privilegio sabatino, que la tradición nos ha transmitido con estas palabras: «Yo, su Madre de Gracia, bajaré el sábado después de su muerte y a cuantos —religiosos, terciarios y cofrades- bailare en el Purgatorio los libraré y los llevaré al monte santo de la vida eterna.»

El santo escapulario –entregado según la tradición a San Simón Stock, general de la orden, en 1251— es como el símbolo y compendio de estos beneficios y también como signo externo de la consagración a la Madre celestial.

Hoy ha decaído en algunos ambientes, quizá porque se le enfocó mal: se daba más importancia a la historicidad, que interesaría muy poco, y a los milagros que obraba, cuando lo verdaderamente importante es su rico simbolismo como vestido de María; sacramental mariano que recuerda la vestidura de la gracia del bautismo; la pertenencia a una orden consagrada totalmente a María, y, porque están bellamente simbolizadas en él todas las virtudes de la Virgen María.

[…] El santo escapulario del Carmen, como vestido mariano y sacramental –la devoción mariana más extendida en la Iglesia junto con el santo rosario—, es también medio de santificación.

El escapulario del Carmen, según decía el papa Pío XII el 11 de febrero de 1950, es símbolo y signo de las virtudes de María: humildad, castidad, mortificación, oración, y, sobre todo, signo y recuerdo de nuestra consagración a Jesucristo y a ella, un signo eficaz de santidad y una prenda de eterna salvación».

La Fiesta del Carmen

Hay que constatar un hecho que nos afirma la historia de aquellos tiempos: los ermitaños que constituyen la primera comunidad en el monte Carmelo, a finales del siglo XII, aman tiernamente a María. Esta semilla minúscula irá creciendo hasta extenderse por todo el mundo bajo la advocación de Virgen María del Monte Carmelo.

En los primeros siglos, los carmelitas celebraron como patrona principal de la orden a la Virgen María bajo diversas advocaciones, en especial la Anunciación, Asunción y, sobre todo, la Inmaculada Concepción.

El famoso teólogo Juan Baconthorp ya decía que el papa y la curia pontificia asistían el día de la Inmaculada, 8 de diciembre, a la iglesia de los carmelitas, donde se celebra solemne pontificial. Después se les ofrecía un banquete y algunos obsequios. Es curioso ver que en todos los capítulos generales se señalaba una cuota a cada provincia de la orden para sufragar estos gastos.

Esto mismo hacían el día de San Francisco en la iglesia de los franciscanos y el día de Santo Domingo en la iglesia de los dominicos. Lo que indica que se tenía como verdadera Madre y Fundadora de la Orden del Carmen a la Virgen María.

La fiesta empezó como fiesta de familia, en el interior de la orden, primeramente en Inglaterra, pero muy pronto se extendió por otras partes, por medio del escapulario que vino a hacerse tan popular por los milagros que por su medio se realizaban.

En el capítulo general celebrado en 1609, se impuso para toda la orden la Solemne Conmemoración de la Virgen María del Monte Carmelo, que ya se venía celebrando en algunas partes desde el siglo XIV.

La fiesta del Carmen, extendida después a toda la Iglesia, se instituyó como acción de gracias por todos los beneficios recibidos de la Madre y Patrona.

España, Italia, Portugal, Francia y Saboya fueron las primeras naciones que solicitaron la celebración de esta fiesta del Carmen o del escapulario.

El papa Benedicto XIII, en 1725, la extendió a toda la Iglesia, El papa Pablo VI escribía el 2 de febrero de 1974 en su hermoso documento Marialis cultus: La fiesta de la Virgen del Carmen -16 de julio— está entre las fiestas que hoy, por la difusión alcanzada, pueden considerarse verdaderamente eclesiales» (MC, n. 8).

La Virgen del Carmen, Patrona de la Marina Española

San Simón Stock, el santo del escapulario, compuso a la Madre y Fundadora de su orden dos hermosas plegarias, que rezaba cada día para obtener de ella ayuda para su orden, que estaba perseguida. Una comienza con estas palabras: «Salve, estrella de la mañana…», y la otra termina con estas otras: «Estrella del mar. Desde antiguo se invocó así, Estrella del mar», a la Virgen María.

Famosas y conocidas de todos son las expresiones de San Bernardo: «En los peligros, en las angustias…, llama a María, invoca a María. María es la Estrella del mar».

Desde hace siglos se nombró abogada y capitana de los mares a la Virgen del Carmen, pues, con su santo escapulario, obró siempre muchos prodigios en el mar.

En 1901 la reina regente de España nombraba a la Virgen del Carmen, patrona de la Marina Mercante. En 1938 fue nombrada también celestial patrona de la Marina de Guerra. Lo es también de la Marina Pesquera y de la Marina Recreativa.

Canta la copla popular: «Por encima de las olas van españolas galeras, y la Virgen del Carmelo es su mejor timonera.» Los poetas y marinos han cantado este patronazgo, El celebrado periodista Francisco de Cossío, escribió: «La advocación de la Santísima Virgen del Carmen suscita en mí la idea de salvación. De ahí el sentido marinero de la Virgen del Carmen. El escapulario es como un salvavidas de la eternidad».

Y el inmortal José María Pemán: «Rodeando el cuello del indiferente o pecador, es el escapulario como el abrazo desesperado y último de una fe que no quiere naufragar.»

El papa Juan Pablo II, el martes día 9 de noviembre de 1982, en Santiago de Compostela, decía a los hombres del mar: «Que la Virgen del Carmen, cuyas imágenes se asoman a las rías que hacen la belleza de esta tierra gallega, os acompañe siempre. Sea ella la estrella que os guíe, la que nunca desaparezca de vuestro horizonte. La que os conduzca a Dios, al puerto seguro.» Bien podemos apellidar con toda propiedad a la Virgen María del Carmen, como «La Virgen más popular o «la Virgen cosmopolita».

Rafael Mª López Melús, O.Carm.

9 cosas sorprendentes sobre el Escapulario de la Virgen del Carmen

escapulario de la virgen del carmen monte carmelo cruz

Debes saber que quien recibe un Escapulario de la Virgen del Carmen se compromete a vivir la espiritualidad de los Carmelitas

Si usted pregunta a algunos de sus amigos católicos sobre lo que es un escapulario, y seguramente conseguirá una gran variedad de respuestas, algunas como estas: «Es uno de los grandes sacramentales que viene con unas promesas de la Virgen», «Es algo que se usa para mostrar la devoción a María», «Es un objeto que viene atado a una cadenita que se guinda alrededor del cuello», «Con eso la Virgen me protege de las influencias malignas».

Todas estas respuestas son correctas. Pero vamos a ahondar un poco más para aumentar nuestra comprensión acerca de esta devoción que a veces está muy mal entendida por los fieles católicos.

El término «atar y desatar», para los judíos, significa que ellos pueden declarar lo que está permitido o y lo que no está permitido para el bien de la Iglesia.

En su forma original, el Escapulario es una parte del hábito monástico (el traje que llevan los monjes). Se compone de dos grandes piezas de tela, conectadas en el centro por unas tiras más estrechas, al igual que un delantal que cubre la parte delantera y la parte posterior del que lo usa.

Las tiras más estrechas brindan una abertura a través del cual el monje coloca su cabeza; luego, las tiras se ajustan sobre sus hombros, y las grandes piezas de tela cuelgan delante y detrás.

Hoy en día, el término escapulario se utiliza más a menudo para referirse al sacramental (un objeto religioso) que tiene esencialmente la misma forma que el escapulario monástico original, pero que se compone de piezas mucho más pequeñas de tela de lana (por lo general sólo una o dos pulgadas cuadradas) y unas tiras más delgada tiras de conexión.

Técnicamente, estos son conocidos como «pequeños escapularios», y que son usados por los fieles laicos, así como los de las órdenes religiosas

El escapulario debe su nombre a la palabra latina «escápula», que significa «hombros».

2. ¿Quién es San Simón Stock?

San Simón Stock nació en Inglaterra y fue un Prior General de los Hermanos de Nuestra Señora del Monte Carmel que tuvo sus orígenes en Palestina. Algunos de los hermanos se trasladaron a Europa en el siglo 13 y se convirtió en una orden mendicante (que viven únicamente de las limosnas). La tradición sostiene:

San Simón era un hombre de gran santidad y devoción, que siempre en sus oraciones pidió a la Virgen que favoreciera a su Orden con algún privilegio en particular. La Virgen María se le apareció sosteniendo el Escapulario en la mano diciendo:

«Este debe ser un signo y privilegio para ti y para todos los Carmelitas: quien muera usando el escapulario no sufrirá el fuego eterno»

En el siglo 16, los Carmelitas comenzaron distribuir los escapularios marrones a los laicos, llegándose a convertir así en un sacramental muy popular.

3. ¿Quién es la Virgen del Carmen?

En pocas palabras, la Virgen del Carmen es la Virgen María. Fue un título otorgado a ella porque es la patrona de la orden de los carmelitas.

Los primeros carmelitas vivían en el Monte Carmelo en Tierra Santa y eran eremitas en el siglo 12. Ellos construyeron una capilla en honor de la Virgen al cual facultaron como: «Nuestra Señora de la Plaza».

4. ¿Cuál es el significado de esta devoción?

El Padre Gabriel de Santa María Magdalena de Pazzi, OCD, una autoridad venerada en la espiritualidad carmelita, escribió el significado de la devoción a Nuestra Señora del Monte Carmelo:

Nuestra Señora quiere que nos asemejamos a ella no sólo en nuestra vestidura exterior, sino, mucho más en corazón y espíritu. Si miramos en el alma de María, veremos que la gracia hizo que floreciera en ella una vida espiritual de riqueza incalculable: una vida de recogimiento, de oración, la oblación ininterrumpida a Dios, de contacto continuo, y de unión íntima con Él.

[…] «Los que quieren vivir la devoción a Nuestra Señora del Monte Carmelo al máximo deben seguir a María en las profundidades de su vida interior…»

5. Las promesas de llevar el Escapulario.

El 16 de julio 1251 la Santísima María hizo esta promesa a San Simón Stock:

«Toma este Escapulario, será un signo de salvación, una protección en peligro y una promesa de paz. Todo aquel que muera llevando este Escapulario no sufrirá el fuego eterno. Usa el escapulario devotamente y con perseverancia, es mi vestidura. Para ser revestidos de él, debes estar continuamente pensando en mí, y yo a su vez, siempre estoy pensando en ti y te ayudaré a asegurar la vida eterna».

  • Si se portan como hijos cariñosos yo me portaré con ustedes como Madre amabilísima.
  • Bendeciré las casas donde mi imagen sea honrada, y donde me recen cada día alguna oración.
  • Si se esfuerzan por alejar el pecado de sus vidas, yo me esforzaré por alejarlos de las desgracias y calamidades.
  • Si quieres tener felicidad y santidad «hagan lo que Jesús les diga», es decir: lean el evangelio y traten de practicar lo que allí le recomienda nuestro Señor. Si así lo hacen, yo rogaré por ustedes ahora y en la hora de su muerte.

La Virgen María le prometió además, liberar del Purgatorio a todas las almas que hayan vestido el escapulario durante su vida, el sábado siguiente a la muerte de la persona y llevarlos al cielo, creencia que ha sido respaldada por todos los pontífices.

Indulgencias plenarias.

Se otorga indulgencia plenaria a quien use con devoción el escapulario y:

  • Se vista con el escapulario al momento de ser inscrito en la Tercera Orden o Cofradía.
  • Celebre las siguientes festividades: Virgen del Carmen (16 de Julio o cuando se celebre); San Simón Stock (16 de mayo); San Elías Profeta (20 de Julio); Santa Teresa de Jesús (15 de Octubre), Santa Teresa del Niño Jesús (1 de octubre); San Juan de la Cruz (14 de Diciembre); Todos los Santos Carmelitas (14 de Noviembre)

Indulgencias parciales.

No solamente se gana una indulgencia parcial por usar devotamente el santo escapulario, también hay una Indulgencia parcial concedida por el Papa Benedicto XV a los que usen y besen su Escapulario con gran devoción

6. ¿Si pierdo el Escapulario o se daña, debo pedir que me bendigan otro?

No. Una vez que se ha bendecido formalmente el Escapulario, el devoto no necesita pedir la bendición para futuros escapularios, sean por pérdida o daño del mismo. Ya que la gracia y las promesas descansan sobre el que lo posee.

Nota: Como una gran señal de respeto, cualquier Escapulario que haya sido bendecido y se haya dañado con el tiempo o el uso, no deben tirarse nunca a la basura. Ellos pueden ser quemados o enterrados mientras se reza un Avemaría a la Virgen.

7. Los milagros realizados.

Entre la gran cantidad de milagros atribuidos a la Escapulario, hay algunos muy famosos que relatamos a continuación:

  • En Noviembre de 1955 un avión transportando 27 pasajeros se estrelló. Todos murieron excepto una joven. Cuando esta muchacha vio que el avión caía, ella tomo su Escapulario y pidió la ayuda de María. Sufrió algunas quemaduras, su ropa fue reducida a cenizas, pero su Escapulario no fue alcanzado por las llamas.
  • En mayo de 1957, en Westenboden, Alemania, toda una fila de casas se había incendiado. Los habitantes de una de las casas fijaron un escapulario en la puerta principal de su casa. Cinco horas más tarde, 22 casas de la cuadra habían se habían vuelto cenizas. Sin embargo, en medio de la destrucción, la casa que tenía fijado el escapulario permaneció intacta. Este milagro fue comprobado por cientos de personas.

8. El Rosario y el Escapulario son inseparables.

Con el fin de recibir las gracias y promesas del Escapulario, hay que llevarlo con devoción. En otras palabras, hay que estar en estado de gracia:

  • Ir a la Confesión regularmente,
  • Estar debidamente investido / inscrito por un sacerdote católico,
  • Rezar al menos el pequeño Oficio de la Santísima Virgen María o 5 décadas del Santísimo Rosario diariamente.
  • La Novena a Nuestra Señora del Monte Carmelo es opcional pero muy recomendable para mostrar el respeto a Nuestra Madre y confiar en su poderosa protección e intercesión.

9. Cinco títulos diferentes que otorgan los Carmelitas a la Virgen María.

  • María es nuestra Madre, y los Carmelitas añadieron un nuevo título: «Madre y Hermosura del Carmelo»
  • María es Patrona de los Carmelitas. La amamos y le servimos, y ella nos protege.
  • María es hermana de los Carmelitas. Esta es una enseñanza del Papa Pablo VI. Nos recuerda que ella es uno como nosotros, y que ella se preocupa por nosotros y nos guía.
  • María es la Virgen Purísima. Este título es común en los santos carmelitas y los que han escrito de ella.
  • María es un modelo para los Carmelitas. Nosotros tratamos de imitarla en todos nuestros pensamientos y acciones.

Como verás llevar el Escapulario de la Virgen del Carmen implica una gran responsabilidad espiritual. Ser hijos de Dios en obras, pensamientos y acciones y al mismo tiempo, venerar a nuestra Señor del Carmen son oficios diarios que los miembros carmelitanos realizan con gran cariño. Si usas el Escapulario y conoces estas cosas ahora, es momento de tomar en serio esta responsabilidad. Dios te bendiga mucho.