Hoy D.Agustín, siguiendo las indicaciones del Papa Francisco, puso un énfasis especial en la celebración de LA PALABRA y su conocimiento, hemos de conocer y leer la Biblia, debería de ser nuestro libro de cabecera y es cierto que, sobre todo en el Antiguo Testamento, nos encontramos lecturas difíciles de entender en nuestro momento actual y no nos damos cuenta que muchas tienen un fin didáctico y que fueron escritas para mentes rudas de hace miles de años, pero, sin embargo, Jesús hace mención a ellas y a menudo dice “para que se cumplieran las escrituras”, referido a algún acontecimiento de su vida publica.
Jesús nos llama a todos y a través de sus palabras, nos muestra su doctrina. Hoy en evangelio llama a sus primeros discípulos y todos, absolutamente todos dejan sus tareas, preferentemente referidas a la pesca y le siguen sin dudar.
¿Que tenían sus palabras, que magnetismo tenía su persona para que eso ocurriera?. A mi me impresiona, cada vez que lo leo, cuando en el capitulo 17, versículo 20, del evangelio de San Juan, Jesús ya pide al Padre por todos nosotros, cuando le pide que proteja a sus discípulos y añade, “no ruego solo por estos, sino también por aquellos que creerán en mi por medio de sus palabra”.
La Palabra, siempre la Palabra.
Así pues, nosotros, que nos agobiamos por la vida diaria, que es cierto que se complica cada vez mas y nos distraemos con mil cosas y encontramos tiempo para hacer equipos, pandillas y enviarnos continuamente mensajes, encontremos algún momento para leer y reflexionar las escrituras y así llegaremos a conocer a quien de verdad es nuestro Maestro, Amigo y Señor.
Hoy, al final de la misa, D. Agustín despidió, en nombre de todos nosotros, a la, hasta ahora, Superiora de la comunidad de Dominicas de Nazaréth, hermana Angélica, que tras nueve años entre nosotros, se marcha a la casa que la orden tiene en Carmona, Sevilla, que Dios la proteja y la Virgen de Covadonga, cuya imagen recibió, como obsequio de la Parroquia, acompañe sus pasos en su nuevo destino y como no podía ser menos, D. Agustín presento a la nueva superiora, la hermana María Isabel, ya conocida nuestra, para quien también pedimos la protección Divina, que el Señor también la proteja a ella y la ilumine en todo momento para que acierte en la toma de todas sus decisiones.
























