Estimado/a amigo/a: «SALVE MARIA».
Del 29 de noviembre al 7 de diciembre, vigilia de la fiesta de la Inmaculada Concepción, únete a nosotros para rezar esta novena que honra y celebra cómo «la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano» (Pío IX, definición del dogma, 1854).

Para la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción, el papa Pío IX escogió, en 1854, la fecha del 8 de diciembre, esto es, nueve meses antes del día en el que, desde hace mucho tiempo, se celebra el nacimiento de la Virgen. Esta novena quiere ayudarte a recrear en ti la emoción del Santo Padre ante el misterio de la Inmaculada Concepción, así como la de Bernardita Soubirous, la pequeña santa de Lourdes, que escribió hacia el final de su vida: «Yo me digo a mí misma que la Santísima Virgen es buena. Se diría que vino a confirmar la palabra de nuestro Santo Padre».
Oh, Santísima Virgen, inmaculada en cuerpo y alma, mírame con benevolencia
ahora que imploro tu poderosa intercesión.
Oh, Santísima Madre, recibe mis oraciones mientras las presento a Dios.
Oh, María, Madre de Jesús y Madre nuestra, intercede por nosotros ante tu Hijo.
Oh, María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que acudimos a ti.
Inmaculada Concepción, ruega por nosotros. «SALVE MARIA.»
Novena a la Inmaculada Concepción. Día 1: Las dos figuras de Eva
